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Datos de la misión:
Constelación de dos satélites para información sobre el mar y costas de Latinoamérica. Misión de cooperación entre la Conae y la Agencia Espacial Brasileña (AEB), en el marco del Acuerdo de Integración y Coordinación Bilateral Argentina-Brasil.
• La CONAE tiene responsabilidad completa sobre el desarrollo y construcción del satélite Sabiamar 1, mientras que la AEB es responsable del satélite Sabiamar 2
• Objetivo: Estudio del mar y costas mediante parámetros de color del mar como la concentración de clorofila, turbidez, coeficiente de dispersión, entre otros datos. Aportará información a nivel regional sobre Latinoamérica y sus costas con una resolución espacial de 200 metros, y a nivel global, con 800 metros de resolución espacial.
• Diámetro de 2 metros y altura de 1,9 metros en su configuración de lanzamiento. Una vez en órbita y separado del vehículo lanzador, desplegará sus paneles solares alcanzado una dimensión de 8,7 metros x 1,9 metros en su configuración de vuelo.
• Vida útil por diseño: 5 años.
• Peso estimado: 550 kg.
• Órbita: circular helio-sincrónica de 702 km de altura, 10:20 pm AN (Nodo Ascendente).
Carolina Tauro, investigadora principal de la CONAE, señaló que la Misión SABIA-Mar se enfoca en el estudio de los mares a nivel global, y especialmente en las regiones costeras de la Argentina y Sudamérica, hasta los 650 km mar adentro, además de incluir a las aguas interiores. “Se destaca la posibilidad de monitorear la región costera argentina y sudamericana con una resolución espacial de 200 metros”, subrayó, y advirtió que si bien existen otros satélites con esta tecnología, la información que brindan no está enfocada a nuestra región. “Esta Misión argentina nos va a permitir tomar mediciones con buena resolución y desarrollar los algoritmos específicos para nuestra región, ya que muchos de los algoritmos y productos de origen satelital disponibles en la actualidad son producidos por otras agencias espaciales específicamente para otros satélites, basados en datos in-situ de otras regiones del planeta, principalmente del Hemisferio Norte, por lo cual no se adecúan a nuestro mar”, aseguró.
“Esta misión espacial de la CONAE va a contribuir a generar conocimiento sobre el ecosistema marino, que posee una gran riqueza y una vasta superficie, y que aún está muy poco estudiado. Sabemos muy poco del mar en el planeta y aún menos del de nuestra región. Comprender mejor este ambiente nos va a ayudar a hacer un uso más sustentable de los recursos, y a ejercer soberanía sobre la riqueza de nuestro territorio”, consideró, y agregó que el proyecto SABIA-Mar se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas. En este sentido, recordó que la ONU proclamó al período 2021-2030 como la Década de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible, entre otras razones por su aporte como regulador del clima del planeta.


10/11/21-Se completó la primera etapa de ensayos funcionales de la placa principal que formará parte de la computadora de a bordo del satélite SABIA-Mar de la CONAE. Esta placa tiene un rol fundamental ya que lleva un procesador que gestiona todas las capacidades de la computadora.

El satélite SABIA-Mar llevará a bordo un conjunto de cámaras sensibles a los rangos de luz visible e infrarrojo, además de un sistema para la recolección de información de plataformas terrenas localizadas en zonas remotas y un detector de partículas de alta energía para la detección de la radiación espacial.
Sus principales instrumentos fueron desarrollados por INVAP junto con CONAE con el objetivo de medir color de océano, mediante las cámaras VIS-NIR y NIR-SWIR. La carga útil del satélite también incluye la cámara térmica TIR, para medir la temperatura superficial del mar; y la cámara de Alta Sensibilidad HSC para adquirir imágenes de luces nocturnas, como las de los buques poteros que operan en el Mar Argentino. También lleva a bordo el Sistema de Colección de Datos DCS, que ya se había implementado en la Misión SAC-D/Aquarius y que permite colectar datos generados por plataformas distribuidas en tierra. Por último, el dosímetro de radiación Liulin, para mediciones del espectro de energía depositada desde partículas primarias y secundarias en altitudes elevadas, provisto por el Instituto Nacional de Física Nuclear de Italia.
“Las principales aplicaciones son para medir la radiancia emergente de la superficie del mar, cantidad que se relaciona con la composición del agua. A partir de esta se puede obtener la concentración de clorofila a, el pigmento más abundante que poseen las algas en el océano, que es un indicador de la cantidad de fitoplancton, las algas microscópicas que constituyen el primer eslabón de la cadena trófica marina, por lo que se relaciona directamente con la presencia de peces”, explicó Tauro. “Otras variables se relacionan con la composición y la calidad del agua, como la turbidez y el coeficiente de atenuación difusa, que indica el grado de penetración de la luz en el agua. También es posible medir la radiación proveniente del sol que tienen a deposición las algas para hacer el proceso de fotosíntesis, así como también la temperatura superficial del mar. Todas estas variables combinadas contribuyen a estimar modelos de productividad primaria en el océano, y a la continuidad de las series temporales, que son muy utilizadas por la comunidad científica en investigaciones de largo plazo, especialmente en investigaciones relacionadas al cambio climático”, añadió.
Además de los instrumentos que integran la Misión, se destaca el desarrollo de dos computadoras de alta tecnología que irán a bordo del SABIA-Mar. Una de ella, denominada Service Module Onboard Computer (SMOBC), desarrollada por INVAP, es la computadora principal del satélite. La otra, llamada Payload Module Onboard Computer, desarrollada por VENG, cuya integración y ensayos se van a realizar en el Laboratorio de Integración y Ensayos (LIE), ubicado en el Centro Espacial Teófilo Tabanera de la provincia de Córdoba. “Son dos computadoras con un diseño moderno y un desarrollo local importante que también van a servir para las futuras misiones de la CONAE”.

Fuente: CONAE


En el marco del desarrollo de la misión SABIA-Mar se realizaron un ensayo sobre los módulos electro-ópticos de uno de los principales instrumentos que llevará a bordo el satélite en el espacio, la cámara NIR-SWIR, con el objetivo de realizar una caracterización y, posteriormente, calibrar los componentes.
Los ensayos se llevaron a cabo sobre uno de los módulos electrónicos EOM (siglas en inglés de Electro-Optical Module) de la cámara NIR-SWIR de SABIA-Mar. Esta cámara está compuesta por tres EOMs que le permiten lograr un ángulo de visión de 91 grados, que al proyectarse sobre la superficie de la tierra abarcan un ancho de barrido de 1.495 km.
Esta cámara, en conjunto con la VIS-NIR, son sensibles a los rangos de luz visible, infrarrojo cercano y de onda corta, y servirán para medir el color del mar (o radiancia emergente de la superficie del mar), que se relaciona con la composición del agua bajo parámetros que incluyen, por ejemplo, la concentración de la Clorofila-a, el pigmento más abundante que poseen las algas en el océano. Esta variable se relaciona con el contenido del fitoplancton, el primer eslabón de la cadena alimentaria del mar, por lo que es un indicador directo de la presencia y distribución de los peces.
Estos ensayos realizados sobre el EOM de la cámara NIR-SWIR son de gran importancia para la misión SABIA-MAr, ya que permiten caracterizar su comportamiento en las condiciones controladas del laboratorio, lo cual ayuda a comprender cómo se va a comportar el instrumento una vez que se encuentre en el espacio. También ayuda a identificar y corregir problemas en tierra, que luego cuando el satélite se encuentre en órbita serían mucho más difíciles de corregir”, dijo Leandro Rocco, profesional de la Gerencia de Proyectos Satelitales de la CONAE.

Las pruebas se realizaron en Laboratorio de Óptica de INVAP, en Bariloche, provincia de Río Negro, del 18 al 22 de septiembre, junto a profesionales de esa empresa y de tres gerencias de la CONAE: Leandro Rocco, Patricio Fluxa y Mariano Amarfil, de la Gerencia de Proyectos Satelitales; Martin Labanda, de la Gerencia de Observación de la Tierra; y Sebastián Heredia, de la Gerencia de Vinculación Tecnológica.
"Los trabajos involucraron la evaluación del desempeño de un EOM integrado, compuesto por los filtros, las lentes, el sensor de imagen y su electrónica de proximidad, que permite controlar al sensor y adquirir los datos que luego son almacenados y procesados para extraer información útil para caracterizar y calibrar el instrumento", explicó Heredia.
"Para ello, utilizamos el espectroradiómetro de la CONAE, que sirve como instrumento de transferencia con trazabilidad a estándares internacionales, y una esfera integradora calibrada, también de la CONAE, la cual permite caracterizar el comportamiento del sensor ante diferentes condiciones de luz similares a la que tendrá el instrumento cuando se encuentre a bordo del satélite en órbita", agregó. También se empleó un monocromador de INVAP, cuya función es emitir un haz de luz a una longitud de onda específica y configurable, para evaluar la respuesta del sensor ante estas excitaciones en todo el rango espectral en el cual el instrumento es sensible.
"Fue una campaña exitosa y fructífera, ya que logramos cumplir con los objetivos que se habían planteado", afirmó Heredia, y destacó la “excelente predisposición de los profesionales de INVAP como de CONAE y el ambiente de trabajo para llevar a cabo los ensayos con éxito".
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